De veras, el asunto de ella no fue él de la lectura de los libros. Pero cuando ella había reconocido al Sublime, enseguida renunció a sus tendencias mundanas y alimentó un gran Amor indestructible a Aquel al que había reconocido como el Auténtico, y a causa de su gran Amor a Él, ella le sacrificó todo lo que tenía en este mundo. – Aclaraciones de Textos Bíblicos, Capítulo 4, Párrafo 15
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