Help

jakob-lorber.cc

Capítulo 1 Obispo Martín

4. Él mismo exclamó muchas veces: «Oh, Señor, ¡ten piedad de mí! Santa María, madre querida, ¡ayúdame! ¡Ten piedad de mí, portador de dignidad y merced obispal como soy, en tu honor y en él de tu Hijo! ¡No abandones a tu servidor más fiel, tú, el único salvador de todo apuro y único apoyo de todos los que sufren!».

5. Pero no había remedio; al obispo le entró un sueño muy profundo del que ya no se despertó en este mundo...

6. Las diversas ceremonias “sumamente importantes” que se hacen con el cadáver de un obispo son muy conocidas, de modo que no hace falta perderse en pormenores; vamos pues a averiguar qué hizo el recién llegado al mundo de los espíritus.

Capítulo 1 Vista móvil Aviso legal