32. Alguien podría objetar en cuanto a esto: Si, según esto, todas las diferentes especies del mundo vegetal, animal y mineral —sobretodo en las zonas cálidas— poseen en sí tanta materia luminosa del sol, entonces ¿para qué sería preciso algún tipo de procedimiento artificial para capturar artificialmente del sol, lo que sería posible conseguir de manera natural sin esfuerzo alguno? 33. Esta objeción es correcta y hasta ahora toda medicina se ha basado en esto. 34. Cualquiera que utilice algún tipo de hierbas medicinales notará con seguridad algún efecto: pero ninguna hierba está constituida de manera que pueda absorber la materia curativa de la luz del sol, así como así. Toda planta absorbe únicamente lo que a ella le corresponde y por lo tanto no es capaz de asimilar nada más que esto, pues —según su constitución— sólo retiene de la luz solar lo que le corresponde y conviene. 35. Si un médico, en un alma enferma, pudiera investigar con exactitud qué esencias vitales se han debilitado o incluso cuáles faltan y además conociera la hierbecita provista de estos elementos vitales, entonces podría devolver de esta manera, con toda seguridad, al alma enferma —o lo que es lo mismo— a una persona enferma, la plena salud.
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