3. A los enfermos diles que no se aflijan por su enfermedad, sino que en su interior se dirijan a Mí y que tengan fe. Los consolaré y un flujo de bálsamo delicioso se derramará en sus corazones, y se les abrirá la fuente inagotable de la Vida eterna... Se curarán y se reanimarán como la hierba después de un chaparrón. 4. A los que me buscan, diles que estoy en todas partes o en ninguna. Estoy en todas partes donde me aman y cumplen mis mandamientos, y no estoy donde sólo me rezan y me adoran. ¿Acaso el amor no es más que la oración, y el cumplimento con mis mandamientos no es más que una mera veneración? De cierto te digo: Aquel que me ama me adora en espíritu; y aquel que cumple con mis mandamientos me honra verdaderamente. Sólo el que me ama puede cumplir con mis mandamientos... Y si me ama, ya no le afecta otro mandamiento que éste: que me ame a Mí y a mi Palabra viva que implica la verdadera Vida eterna.
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