8. Aquel que íntimamente vivifica mi Ley ––lo que es la suma expresión del Amor–– sobre él se derramarán corrientes de Luz, y su visión penetrará la Tierra y llegará a las profundidades de los Cielos. 9. Díselo a todos, aunque sean católicos, protestantes, judíos, turcos, budistas o paganos ciegos: En la Tierra no hay sino una sola verdadera Iglesia: El amor a Mí en mi Hijo que es el Espíritu santo en vosotros que se os comunica por mi Palabra viva... Y esta Palabra es el Hijo, y el Hijo es mi Amor que está en Mí y Yo le penetro del todo, porque somos Uno... De modo que estoy en vosotros... Y vuestra alma cuyo corazón es mi morada es la única verdadera Iglesia en la Tierra. Únicamente en ella está la Vida eterna, porque es la única verdadera dispensadora de bienaventuranza...
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