Lo que era suyo no se refiere al mundo sino únicamente a los hombres según su ser psicoespiritual. Como ellos mismos, en el fondo, son Luz primaria como Yo, tienen que ser parte integrante de Mí y forman una unidad con mi Ser primario. – El Gran Evangelio de Juan, Libro 1, Capítulo 2, Párrafo 7
|