Capítulo 1 | Carta a Laodicea |
Pablo reprende a la comunidad debido a su recaída en la esclavitud de la ley y la exhorta al retorno. 1. Pablo, un apóstol de Jesucristo por la Voluntad y la Gracia de Dios, y el hermano Timoteo 2. a la santa comunidad de Laodicea y a todos los hermanos creyentes en Jesucristo pertenecientes a ella y a los sabios en el Espíritu de Dios: ¡Que la Gracia esté con vosotros y la verdadera Paz de Dios, nuestro Padre, en el Señor Jesucristo! 3. Pues estamos agradeciendo, alabando y glorificando todo el tiempo a Dios, al Padre de nuestro Señor Jesucristo, y pensando en vosotros con gran cuidado y orando constantemente a Dios por vosotros. 4. Porque hemos oído, a través del Espíritu del Señor, del hermano Epafras y de Ninfas, que habéis caído en algunos puntos 5. y os habéis elegido un obispo y un sacerdocio, y queréis hacer un ídolo de Cristo — y os habéis reservado una casa (como templo), un día festivo y vestiduras adornadas, 6. de igual manera como fue en la época en la que la circuncisión de la carne tenía aún valor ante Dios, (costumbre que existió en parte entre los gentiles y en parte entre los judíos); circuncisión que Él había ordenado en el tiempo del padre Abraham como señal de la circuncisión verdadera del Espíritu a través de Jesucristo que está en vuestro interior. 7. Y ahora, para que estéis enterados, os hago saber sobre la lucha que tengo que sufrir por vuestra causa, vosotros que habéis visto o no la carne de mi persona 8. y para que, con gran vigor, seáis exhortados en vuestros corazones y así queráis unificar y fortalecer vuestro amor en el cual se encuentra toda riqueza de tal entendimiento que reconoce el gran secreto de Dios, del Padre, guardado en Su Hijo Jesucristo, 9. porque en este secreto están escondidos todos los tesoros de la Sabiduría y del reconocimiento vivo en el Espíritu. 10. Pero por eso os exhorto para que nadie os seduzca con discursos razonables, palabras adornadas o filosofías de los gentiles. 11. Porque el razonamiento es también propio en los animales como la filosofía en los gentiles que hacen sacrificios a los ídolos muertos. 12. Pero vosotros habéis sido comprados, a través de la muerte del Uno, para la Vida eterna en Dios, en el Padre, ¡¿por qué entonces queréis consagrar vuestro corazón otra vez al espíritu de la muerte, si éste ya se ha convertido en un santuario del Espíritu Santo?! 13. Si bien no estoy físicamente con vosotros, no obstante en espíritu estoy siempre con vosotros mediante el Poder de Cristo en mí y veo vuestra fe y vuestras obras 14. y por eso os quiero seriamente exhortar y mostrar cómo algunos de vosotros, queridos hermanos, han caído en una gran insensatez, pues conozco sus motivos fingidos y sé lo que ellos quieren. 15. Pero que sea así: que mantengáis a Jesucristo, como Le habéis recibido y Le habéis aceptado de mí, y que también caminéis de acuerdo al Evangelio que os he predicado fielmente, 16. y que echéis fuertes raíces en el mismo y que seáis firmes en la fe, como os he enseñado a todos en el Espíritu de nuestro Señor Jesucristo, el Hijo vivo de Dios, que gobierna en la diestra del Padre por la Eternidad. 17. ¡Pero así, como queréis ser ahora y que se hagan las cosas, sois adversarios de Cristo y de Su Palabra! |
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