Capítulo 1
![]() | Carta a Laodicea |
31. ¡Porque Dios no encegueció a nadie antes de llamarle para su servicio; pero yo primero tuve que quedar ciego, para perder todo lo que es del mundo, antes de llegar a ser apenas uno de sus siervos más insignificantes! 32. ¿Pero por qué primero tuve que enceguecer? ¡Porque todo mi ser estaba enterrado en la materia del servicio al Templo y para que con la ceguera mi ser pudiera ser retirado de aquella materia!
|
Capítulo 1
![]() |
Vista móvil ![]() |