y que echéis fuertes raíces en el mismo y que seáis firmes en la fe, como os he enseñado a todos en el Espíritu de nuestro Señor Jesucristo, el Hijo vivo de Dios, que gobierna en la diestra del Padre por la Eternidad. – Carta a Laodicea, Capítulo 1, Párrafo 16
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