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[GD 1.5.24] Y ve: El Espíritu de Dios, pese a su gran Fuerza, flotó suavemente sobre las Aguas de la Misericordia, y estas se separaron. Y Dios habló llevado por su Amor... Su Amor fue la Palabra... Y la Palabra descendió a las profundidades donde flotó sobre las aguas. Estas aguas fueron esparcidas en todos los espacios de la infinitud, como gotas de rocío, grandes y pequeñas, y repartidas entre los perdidos conforme a su número sin fin. [GD 1.5.25] Y ve: La última gota que quedó y que era la más interior de todas las aguas fue la Misericordia más profunda, destinada a ser el centro del escenario de la Obra más sublime de todas obras del eterno Amor. [GD 1.5.26] De esta última gota fue creada la Tierra que tú habitas, y de las demás gotas han sido creado Soles, Tierras y Lunas en un número sin fin. Ya ves: Así surgió el cielo visible con todas sus estrellas, el Sol, la Luna y la Tierra como tú los ves. [GD 1.5.27] ¡Ahora alza tu vista y percibirás los milagros del eterno Amor! Siempre ves el brillo del Sol, la luz de la Luna y el resplandor de las estrellas en sus muchas constelaciones. También ves las muy diversas formaciones en los tres reinos de la naturaleza de la Tierra; sólo que hasta ahora nadie ha averiguado ni comprendido qué es y de dónde viene el brillo del Sol. Nadie sabe de dónde viene la luz de todos los astros y cómo se explican sus distintas posiciones y fases. [GD 1.5.28] Ves, mis hijos tienen que estar iniciados en todas las bonitas cosas que su Padre santo tiene para regalar a todos aquellos que le reconocen y que le aman sobre todo, y que por amor a su Padre también se aman mútuamente. [GD 1.5.29] Ahora ve: Cuando tras el Poder del Amor misericordioso del eterno Dios infinito todos los Soles con sus Tierras obtuvieron su existencia, entonces aún no tenían su luz y su brillo, porque todavía reinaba la noche profunda en los astros surgidos. Pero el eterno Amor colocó una pequeña Chispa de su Gracia en el centro de los Soles y, más rápido que el rayo, esta Chispa hizo que todas esas masas oscuras brillasen y dieran luz a las Tierras, como aún actualmente lo hacen y seguirán haciéndolo, mientras la Chispa de la Gracia no les sea quitada. [GD 1.5.30] Y ves, así las Tierras y Lunas obtuvieron su brillo y fueron repartidos entre los Soles en cantidad justa. Tras la Fuerza y el Poder de la Divinidad, el Amor les echó un vaho, y la luz en los Soles empezó a vibrar, los mares en las Tierras empezaron a ondular vehemente y los aires y vientos soplaron sobre los campos de las Tierras igual que el Espíritu de Dios sobre las aguas de la Misericordia. Las Lunas se alzaron encima de las Tierras a las cuales fueron dadas como un fruto al árbol y, como acompañantes continuos, empezaron a girar alrededor de las Tierras en órbitas muy amplias. Y donde había muchas Lunas, todas estas fueron ordenadas en órbitas fijas, como señal del amor de los hijos que miran fijamente el semblante de su Padre –– como las Lunas a sus Tierras, para que a causa de su consistencia muy delicada no sean desviadas de su órbita, lo que sería su destrucción... [GD 1.5.32] En la solidez de las Tierras se manifiesta la parte moderada de la ira de la Divinidad –– moderada por la Misericordia; es necesaria para mantener férreamente encerrados a los espíritus errantes hasta cuando llegue la hora cuando, uno por uno, pueden ser trasladados a una materia más fina pero todavía suficientemente sólida para ellos. De allí, en su momento oportuno, los liberará el eterno Amor... Que sepas que los mares están repletos de ellos... para que allí se humillen... y el aire está repleto de ellos... para que se purifiquen... En todas partes el eterno Amor se manifiesta por la forma; pero la ira de la Divinidad moderada se encuentra únicamente en la Tierra... Aunque en la Tierra esté amortiguada, no es ni mucho menos extinguida... [GD 1.5.33] Recuérdalo sobre todo: En el centro del Sol mora la Chispa de la Gracia que, tras el fuego de la ira de la Divinidad, da al mundo la Luz. Pero en el centro de la Tierra se encuentra una Chispa de la ira de Dios que, parecido a un dragón ignívomo, mantiene a las cuadrillas malvadas como petrificadas –– en piedras que únicamente pueden ser ablandecidas por el agua de la Misericordia... cuando en el plan de una segunda prueba de libertad para alcanzar la Vida eterna un alma sea encarnada en la Tierra... Ahora percibe el secreto de tu naturaleza y asómbrate del gran Amor de los Poderes eternos: ¡Cuántas veces ya el Amor hizo que nacieras de nuevo para recuperarte para la Vida eterna, para la libertad, la Ley, el Amor y la Luz, y para que puedas volver a ver el semblante del Amor! Ves, ¡ya estuviste perdido! Ves, todo esto te lo quiero revelar y con tu ayuda también a muchos otros para que, de una vez, reconozcáis la suma Bondad del Amor que a vosotros, que sois unos desobedientes, continuamente os colma de tantos bienes... ¡Y lo que el Amor tiene que aguantar de vosotros!... [GD 1.5.34] De modo que así, por medio de un hálito del Amor, fue determinado el movimiento de las Tierras alrededor de sus Soles, en señal de que los hijos organicen sus actividades conforme el movimiento de las Tierras alrededor de sus Soles y de las Lunas alrededor de sus Tierras... y que los débiles sean como las Lunas, los fuertes como la Tierra, y los renacidos como el Sol. Que los débiles vean la Fuerza del Amor que nunca los abandonará si, igual que las Lunas, constantemente se orientan hacia el semblante del Amor y lo circundan en sus pequeños círculos –– y además de estos pequeños círculos, simultáneamente, la Fuerza del Amor también los lleva por el gran trayecto que la Tierra describe alrededor del Sol... Que los fuertes sean como la Tierra que, tras su propia rotación, continuamente se mantiene preparada para la recepción de la Luz y del Calor irradiados por la Gracia del Amor que ilumina y calienta por la Fuerza inherente del Amor... para que la Luz y el Calor produzcan toda clase de frutos de las obras del Amor, y los débiles puedan saciarse con ellos... Y que los renacidos de las aguas del Amor misericordioso que están en la Gracia perfecta sean como el Sol, y que su luz brille por todas partes y su calor reanime a los débiles y anime a los fuertes para que estos alimenten a los débiles, y formen una comunidad entre los hijos del mismo Padre. [GD 1.5.35] Para que veas aún mejor por qué he preparado todo de esta manera... Observa: La Luna tiene muchas manchas oscuras, y la Tierra tiene polos fríos pero fijos; tiene montañas altas y valles profundos, tiene fuentes, ríos y mares pequeños y grandes. También el Sol tiene manchas, pequeñas y grandes. Y mira, todo esto son efectos surtidos por el Amor y la Gracia, o sea, del Calor y de la Luz correspondientes –– todo son manifestaciones del eterno Amor y del Poder de la Divinidad. Por esto compara a los débiles con la Luna: ¡cómo se parecen! Y la naturaleza de la Luna te será manifiesta... Ahora observa a los fuertes en todo lo que hacen, y verás la Tierra manifiesta delante de ti... Desde un polo al otro tiene que haber un sosiego preciso del espíritu dentro del amor al Amor, para que todo lo que envuelve al espíritu pueda actuar dentro de un orden preciso y de esta manera ser activo para el objetivo común: la conservación eterna. Porque ves, todo depende del sosiego; y sin él no se consigue nada. Y quien no es como los polos de la Tierra, él no penetra su interior profundo como la línea recta entre los polos penetra el centro de la Tierra. Y vuestro amor tiene que ser frío como el hielo de los polos, para que seáis aptos para absorber todo el Calor del Amor divino. Porque mira, todo lo que es caliente no se presta bien para recibir el Calor; pero aquello que dentro de su sosiego está frío, es capaz de admitir el Calor y conducirlo a todas partes del ámbito de la Vida. Pero aquel que recibe el Calor que es el Amor de Dios y lo acumula, él es un avaro y se disolverá como el hielo cerca del fuego. Sólo aquel que recibe el Calor como los polos y lo conduce inmediatamente a todos los que estén en su ámbito cercano y lejano, con él el Amor divino está en buen lugar y corresponde perfectamente a la Voluntad del gran y santo Dador. [GD 1.5.36] Este amor producirá mucho fruto y se alzará a la Luz de la Gracia, y divisará continuamente las profundidades insondables de la Divinidad –– igual que los polos de la Tierra que continuamente miran hacia los espacios infinitos de las Creaciones del Amor de Dios, y que con su visión sutil absorben ansiosamente las radiaciones suaves de los espacios en los que hay una infinitud de seres de la Misericordia que en ellos toman su curso, cada uno conforme a su especie... Los polos que en su amor para con Amor absorben estas radiaciones, se encienden por encanto y delicias y producen luz, semejante a un Sol y a la aurora boreal. [GD 1.5.37] Por esto, aquel que siempre se mantiene dentro del justo medio del amor al conocimiento, él se encenderá por amor a Dios como el ecuador de la Tierra, y sus ojos relumbrarán por la comprensión como los polos; sus brazos estarán continuamente en función como las fuentes y los ríos, y sus actividades tomarán rumbo a los mares de la Misericordia divina que están condimentados con la Gracia y los conocimientos del eterno Amor y de la Vida eterna. [GD 1.6.1] Ahora alza tu vista desde la Tierra hacia el Sol, ¡que es un fiel retrato de los renacidos!... Si te fijas bien, verás que de vez en cuando se presentan manchas en su cinturón. “Conforme a la naturaleza”, decís, “se trata de erupciones desde su interior, parecidas a las de los volcanes en nuestra Tierra”. Os digo que son arrebatos de ira de la Divinidad y pequeñas manifestaciones de su gran Poder destructor que en el ámbito de la naturaleza de la Tierra frecuentemente se muestran en forma de temporales. Pero en el Sol, en estas ocasiones, el Amor se vuelve tanto más activo y apacigua todo con mareas vivas del mar ilimitado de su Gracia misericordiosa. Y ves, todo vuelve a entrar en su mejor Orden. Porque fuera de este Orden dentro del cual fue hecho todo lo que existe y en el que Yo desde eternidades soy el eterno Amor mismo, nada puede existir ni originarse. El que hace mal uso de su libertad y viola este Orden, él actúa en contra del Amor y de la Vida y perecerá eternamente. [GD 1.6.2] Ahora acabas de ver el Sol y de enterarte de su naturaleza –– una naturaleza que es simple y que tiene que ser así, para poder conservarse para la finalidad para la cual el Orden del Amor la ha previsto. [GD 1.6.3] Ahora dirige tu visión hacia el renacimiento del espíritu... al pueblo de Dios, a la Ley del Amor, y a la Vida en toda libertad en la Luz de la Gracia que emana de las aguas de la Misericordia –– y el Sol se descubre ante tu vista, sin que nada te quede oculto... [GD 1.6.4] También el Sol tiene sus polos, desde los cuales toda su luz y su calor (que emanan del centro del sosiego de la Gracia) se derraman sobre toda su superficie; y si sus polos no se encontraran en ese sosiego, entonces el Sol no tendría luz... Porque mira: El sosiego es un parámetro imprescindible para la absorción de la luz y del calor, y tiene que ser igual que el sosiego del Amor en Dios, porque únicamente en el sosiego mora la receptividad para la Vida y la Luz. [GD 1.6.6] Vuestras avideces son como los vientos violentos que os colman de toda clase de preocupaciones que en vosotros cortan el flujo de la Luz de la Gracia, al igual que el viento que empuja las nubes que cortan a los rayos de la luz el paso a la tierra. [GD 1.6.8] Para que ningún lado de la Tierra quede sin luz, ella está continuamente en rotación alrededor de su eje, pero sus polos se encuentran en absoluto sosiego. Todo esto es conforme a mi Orden y es realizado por el Poder de mi Amor... De la misma manera también todas vuestras acciones deben surgir de mi Amor que, ya desde el principio, está en vosotros y que, conforme a vuestra facultad de percepción, también os llega por la Palabra del eterno Amor de la Ley de la Gracia y de la Misericordia. Al igual que la noche da alivio a la misma Tierra, el Amor os aliviará a vosotros... e igual que la Tierra es iluminada por la luz del día, vosotros seréis iluminados por la Luz del Sol de la Gracia. [GD 1.6.9] Debéis ser como el invierno que dentro de su sosiego es frío... pero precisamente por ello tiene la mayor receptividad para el calor hasta en las entrañas más profundas de la Tierra. Y allí donde ha llegado el invierno, pronto también llegará la primavera que se parece a los primeros indicios del amor en vosotros... Y llegará el verano con su máxima actividad vital del amor que, por la Gracia, se volvió fuerte en vosotros... Y llegará el otoño con los frutos de las obras del amor y de la Gracia. Y en la Gracia entraréis como renacidos en la Vida del Sol donde veréis el semblante de vuestro Padre santo... y donde mediante la gran Fuerza de la Gracia, del Amor y de la Misericordia de Él alumbrar todo el mundo, parecido al Sol... |
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