Los naturalistas han descubierto, mediante aparatos ópticos, que todas las especies de moscas poseen, entre las dos garras, algo parecido a unas campanitas flexibles usadas para producir el vacío. Cuando la mosca coloca sus pies en un cristal vertical, succiona el aire contenido en la campanita, y de esta manera, presionada por el aire externo, se agarra a la superficie. – La Mosca, Capítulo 2, Párrafo 4
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