2. Consta que con mucha lectura, habéis rellenado vuestra memoria hasta el colmo. Pero ahora preguntad a vuestro espíritu qué ha ganado con esto, y apáticamente él os dirá: 3. «Estoy caóticamente rodeado de mucha clase de materiales de construcción, pues hay vigas y sillares amontonados como montañas; pero hasta ahora con todos estos materiales de construcción, aún no se ha construido ni una sola cabaña más primitiva, en la que yo podría habitar libremente. Continuamente aumentan los materiales de construcción —pues muchas piedras preciosas y mucha madera de cedro hay por montones delante de mí— pero yo no soy capaz de ordenarlos. Aunque acá y allá yo haya empezado a dar un poco de orden, pero entonces otra vez, añadís una cantidad enorme de nuevos materiales, con lo que yo inevitablemente tengo que cansarme de mi actividad. Pues al ver el montón de material a ordenar, me espanto y con melancolía sueño con el día en que todo este material pueda ser ordenado en un hogar»...
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