Dijo uno de los más listos de entre los numerosos ancianos: «Sí, sí, ya no podemos hacer otra cosa que decir la verdad al muchacho, y os ruego encarecidamente que le expliquéis a Isaías según la doctrina simbólica de la cábala, y entonces no tendrá ni salida ni ocasión para hacernos más preguntas. – Los Tres Días en el Templo, Capítulo 3, Párrafo 24
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